Intentando escribir un autoretrato, ha salido una introspección que me parece interesante, así es que la comparto con ustedes.
Mi guerra interna
La protagonista de una famosa serie de televisión dijo una vez “We're women. We have a double standard to live up to” Siento que esta frase sarcástica encierra la verdad de las contradicciones que habitan en mí.
En la era de la liberación e igualdad para las mujeres, fue mi deber aprovechar cada oportunidad que la vida y mis padres me dieron. Años de estudio en el extranjero seguidos de años de trabajo corporativo para justificar la inversión. Disfruté cada logro y hubo una época en que la vida profesional me llenó y me proporcionó momentos de felicidad. No hay arrepentimientos por ese lado, pero quisiera que la sensación de satisfacción que me daban mis logros académicos y laborales se hubiera quedado conmigo para siempre. Mi vida sería probablemente mucho más fácil y ciertamente yo sería más feliz.
Dicen que las mujeres tenemos grabada en nuestro ADN la necesidad de ser madres y de formar una familia. Esta explicación me gusta porque es la única que me libera de responsabilidad y no me hace sentir frágil y tonta. Al mismo tiempo que una fuerza me empuja a buscar independencia, a no atarme a ningún lugar ni persona, hay otra que tira para el lado contrario exigiendo estabilidad. ¡Qué terrible la presión que causa esta confrontación!
Espero con ansias el día en que esta guerra permanente llegue a su fin. No quisiera que una de las fuerzas sea la vencedora, sino que encuentren una manera de conciliarse, de coexistir, y que me dejen por fin vivir tranquila.