22 de mayo de 2011

Cuando "Nada" lo puede ser todo - Una hermosa novela de Carmen Laforet




Ante los eventos recientes que se viven en España, me parece pertinente compartir mis impresiones sobre la novela "Nada" de Carmen Laforet. La autora escribió esta impresionante obra con tan sólo 23 años durante un período de crisis (la posguerra) de su país. La posición de la juventud ante la incertidumbre de su nación es parte de la reflexión que nos deja Laforet. Al final de mi post podrán encontrar una copia de la novela en PDF. Espero que mis comentarios les motiven a leerla.

Nada es una historia sobre una sociedad en decadencia. La casa de Aribau, la familia de Andrea y el ambiente que la rodea simbolizan el estado en el que se encontraba el país a raíz de la Guerra Civil. A través de los conflictos de los personajes podemos sentir la frustración y desolación de la España de la posguerra. Uno de los mejores ejemplos de este recurso es el hambre constante de Andrea durante buena parte de la novela. Podemos leer en la página 94 que “Hay quien se ha vuelto loco de hambre”. A través de Andrea nos llega esta sensación de hambre del pueblo español como consecuencia de la pobreza del país durante estos años.

Otro tema recurrente de la obra de Laforet es el tabú de la sexualidad. Lo vemos reflejado en las conversaciones entre Angustias y Andrea (“Tú no dominarás tu cuerpo y tu alma”, 38), en la historia de Angustias con su jefe y también en la tensión sexual entre Román y algunos de los personajes femeninos de la historia. Esta represión de la sexualidad era parte de la vida en la dictadura, donde se forzaban valores morales extremos.

Vemos también que en esta época la clase alta permanece en su burbuja y vive “en un mundo que gira sobre el sólido pedestal del dinero” (81). Un ejemplo es el baile lujoso al que Andrea asiste donde leemos que “… los mayores se dedicaban principalmente a alimentarse y reír” (81). También lo vemos representado en los chicos bohemios que tienen tiempo de debatir sobre el significado de la vida a costa del dinero ilimitado de sus padres.

Sobre el estilo de la obra, pienso que al igual que lo que vimos en La Casa de Bernarda Alba de García Lorca, las descripciones vívidas que Laforet nos regala, otorgan a la historia un tono poético y simbólico. Las descripciones del mundo exterior de Andrea son un reflejo de su mundo interior así como del resto de los personajes. Un ejemplo de esto lo podemos leer apenas llega Andrea a la casa de Aribau: “En toda aquella escena había algo angustioso, y en el piso un calor sofocante como si el aire estuviera estancado y podrido” (6). Esta angustia, ahogo y estancamiento es lo que llevaban dentro los seres que habitaban ese lúgubre piso.

Un elemento muy importante en esta novela es el existencialismo en los pensamientos y reflexiones de Andrea. En la página 87, Andrea se pregunta “cómo en los sentidos humanos cabe una tan grande cantidad de placer en el dolor”. Luego en la pagina 93 se da cuenta “por primera vez de que todo sigue, se hace gris, se arruina viviendo”. A través del existencialismo de Andrea sentimos el pesimismo, el dolor y la oscuridad que atormentaban a la sociedad española.

La historia simple y sombría de Andrea y el piso de Aribau nos abren una ventana a la vida en la España de la posguerra. Una vida desesperante en un mundo en ruinas, empobrecido y reprimido. Un mundo donde el único rayo de esperanza provenía de jóvenes como Andrea, quienes a pesar de su gris realidad, creían en un futuro de libertad y de cambio.

Bibliografía

Laforet, Carmen. Nada. Madrid: Ed. Biblioteca El Mundo, 2001.

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