19 de diciembre de 2011

El ecuatoriano José de la Cuadra y su "Banda de Pueblo"



José de la Cuadra
A partir de 1930, varios escritores ecuatorianos de la costa y de la sierra surgieron, innovadores e influidos por el criollismo, protestando por las injusticias políticas, religiosas y sociales de Ecuador. El criollismo, también conocido como costumbrismo, es un movimiento literario que se desarrolló entre la última década del siglo XIX y la primera parte del siglo XX en Latinoamérica. Está basado en la descripción realista de las escenas, costumbres y tradiciones del país de origen del escritor (Wikipedia).
El criollismo, adoptado tanto por la novela como por el cuento, denunció y presentó de una manera singular la explotación desmedida en casi todas las regiones de Latinoamérica. Este movimiento se produjo como una reacción en contra de la escuela modernista, ya que mientras que el lema de este último era el arte por el arte, en el criollismo había un claro compromiso social (Aguilar 107).
En el siglo XIX se conceptuaba a América como la cuna de la barbarie, lo cual implicaba falta de sofisticación y clase. Europa en cambio, representaba la civilización y la meca de la cultura. Por lo tanto, era considerada un modelo a seguir y existía la necesidad de emular sus costumbres. Pero al darse la Primera Guerra Mundial, la Gran Depresión y luego la Segunda Guerra Mundial en suelo europeo, el desencanto y la desilusión de la tierra de la civilización, produjo en Latinoamérica el deseo de volver a mirar de una manera distinta y valorar más profundamente lo autóctono, lo vernáculo y lo propio. Se avivó en los jóvenes hispanoamericanos un gran sentido nacionalista (Aguilar 108-9).
Como observa el crítico norteamericano Seymour Menton, “[l]os criollistas de la primera época tomaron como inspiración lo nativo, lo propio, “lo nuestro” y basaron su temática en “…el campesino mexicano, el llanero venezolano, el indio peruano, el guajiro cubano y el jíbaro puertorriqueño (…) donde vivían los representantes más auténticos de la nación…” (217). Aguilar explica que en este marco, se producen obras narrativas que salen de lo común y toman un giro muy americano, listando los siguientes ejemplos: “Los de abajo (1915), de Mariano Azuela; Cuentos de amor, de locura y de muerte (1917), de Horacio Quiroga; La Vorágine (1924), de Eustasio Rivera; Doña Bárbara (1929), de Rómulo Gallegos; Los Sangurimas (1934), de José de la Cuadra; Huasipungo (1934), de Jorge Icaza; El Indio (1935), de Gregorio López y Fuentes; Todo verdor perecerá (1941), de Eduardo Mallea, etc.” (Aguilar 108).
Esta lista nos introduce a José de la Cuadra, escritor ecuatoriano nacido el 3 de septiembre de 1903 en Guayaquil. Sus cuentos figuran entre los más importantes de la narrativa de Ecuador. Estudió leyes, fundó la Universidad Popular Guayaquileña y representó a su país en misiones consulares en Argentina y Uruguay. Autor de ensayos, novelas, artículos y sobre todo cuentos, fue miembro del Grupo de Guayaquil (también conocido como Grupo de los Cinco), una de las principales agrupaciones literarias del Ecuador en las décadas de los años 1930 y 1940. Alcanzó su máximo logro intelectual, dentro del relato, durante la década del 30 con la aparición de obras como «Repisas» (1931), «Horno» (1932), y su obra cumbre, «Los Sangurimas», publicada en 1934, la cual tuvo varias ediciones, e inclusive fue llevada con éxito a la televisión ecuatoriana décadas más tarde (Enciclopedia del Ecuador).
Podría considerarse a José de la Cuadra como el mejor exponente del realismo mágico del Ecuador, en especial por sus obras sobre la temática montubia, es decir la relativa a la vida del campesino costeño. La obra que mejor ilustra este tema es Los Sangurimas, en la que De la Cuadra relata la vida de una familia costeña, cuya existencia gira alrededor de su patriarca Nicasio Sangurima, hombre centenario, rodeado de misterio, del que se cuentan terribles leyendas (Wikipedia). Los Sangurimas es una obra importante a considerar ya que de acuerdo a Aguilar, es para muchos el primer ejemplo de realismo mágico en Hispanoamérica, hasta el punto de asegurar que es precursora de la muy aclamada Cien años de Soledad (113). Aguilar argumenta también que José de la Cuadra se adelanta al narrador y crítico cubano Alejo Carpentier, cuando trata de establecer, en 1949, una diferencia, entre el realismo mágico, teoría europea y “lo real maravilloso”, concepto propio de la América hispana (114). Es muy interesante pensar que este ilustre compatriota, sino precursor, colaboró en estos géneros tan importantes, y tan debatidos por lo visto, para la literatura hispana.
El cuento que escogí para mi análisis es “Banda de Pueblo”, el cual, de acuerdo a mis consultas con amigos literatos de Guayaquil, es una de las obras más representativas del estilo literario de José de la Cuadra. Esta historia cuenta como un grupo de hombres de distintas regiones de Ecuador llegan a conocerse y formar una banda. Nos enteramos así de las historias de estos hombres de los pueblos de Ecuador, unas más tristes que otras, quienes han pasado penurias y muchas necesidades. La banda viaja de pueblo en pueblo por toda la costa ecuatoriana para tocar en las fiestas El líder de la banda, tiene un hijo adolescente, Cornelio, quien es el encargado de transportar el bombo. Esa tarea no le gusta mucho al joven y se queja bastante. El padre del chico se enferma y Cornelio se da cuenta que después de todo no es tan malo cargar el bombo a cambio de que su padre esté bien. Pero su padre muere al final de la historia, y todos los integrantes de la banda comienzan a tocar sus instrumentos como un homenaje, pero se dan cuenta que falta el bombo del compañero muerto. En ese momento escuchan el instrumento y es Cornelio quien está tocando (De la Cuadra). Es, como se puede apreciar, un final muy emotivo.
Banda de Pueblo podría considerarse una obra regionalista o costumbrista, ya que hace referencia a fiestas populares regionales de Ecuador y sus tradiciones o personajes muy propios como el curandero, por ejemplo. De la Cuadra escribe sobre zonas específicas de su país y sobre personajes con características serranas y costeñas, con su peculiar modo de hablar según de donde provenga, y a pesar de eso, a pesar de los modismos y costumbres típicas de los montubios ecuatorianos, la obra va más allá. Banda de Pueblo interesa a todos porque emociona a las personas, no sólo de Ecuador sino también de otras partes debido a su estructura dramática (Orión). Sobre este tema, Menton describe a la literatura ecuatoriana como una de las representantes del criollismo por “el carácter proletario de la prosa ecuatoriana con su realismo desenfrenado, su lenguaje crudo y el uso desmesurado del dialecto — todo eso sin dejar de ser artística” (218).
Otra característica interesante en este cuento es su extensión en tiempo y espacio. Los miembros de la banda recorren largas zonas de Ecuador, mayormente de la costa, en un también amplio espacio de tiempo, algo que puede representar un problema para el autor al momento de darle unidad dramática a la obra. La unidad de la historia es importante para conseguir el impacto final. De la Cuadra resuelve este problema empleando la técnica de la causa y efecto: esto es que hay dos instancias en el texto: en la primera se introducen los antecedentes o "background" de los personajes. En la segunda parte va el efecto o resultado de lo que pasó al comienzo. Esta técnica resulta muy adecuada para este tipo de historia debido a que el mayor valor del cuento lo constituyen las circunstancias de cada integrante de la banda, así como las anécdotas acontecidas. Hay que agregar también el colorido, la simpatía de los personajes y la enorme humanidad de gentes corrientes que luchan por la supervivencia sin perder el humor (Orión).




Referencias
Aguilar, Luis (2011). “Los Sangurimas”, una obra narrativa polémica. Castilla. Estudios de Literatura, 2
De la Cuadra, José (1932). Banda de Pueblo. Colección de cuentos Horno.
Enciclopedia del Ecuador. De la Cuadra, José. http://www.enciclopediadelecuador.com/default.php
Menton, Seymour (1998), El cuento hispanoamericano, México, Fondo de Cultura Económica.
––– (1998), Historia verdadera del realismo mágico, México, Fondo de Cultura Económica.
Orión, E-Revista Literaria. José de la Cuadra. http://www.roland557.com/ficcion/de_la_cuadra.htm. Wikipedia. Criollismo y José de la Cuadra.

11 de noviembre de 2011

Borges y Cortázar en mi clase de Short Story

Tuve el honor de presentar a dos de los grandes de la literatura hispanoamericana en mi clase de "Short Story". Presenté un análisis breve de los cuentos "La noche boca arriba" de Cortázar y "Las ruinas circulares" y "El milagro secreto" de Borges. La ventaja de hablar sobre estos maestros es que a los estudiantes les parecen muy interesantes sus historias pero el reto es tratar de cubrir todos los temas que estos cuentos representan además de guiar a la audiencia en el laberinto de la mente de grandes genios.

Comparto con ustedes las presentaciones PPT que preparé para mi clase.




26 de octubre de 2011

La Oscuridad en el Modernismo



Antes de analizar el uso de los temas relacionados a la oscuridad y misterio en el Modernismo, se debe mencionar en qué consistió este movimiento. De acuerdo a la Biblioteca de la prosa modernista de habla hispana, el Modernismo tuvo influencia de varios estilos. Así tenemos que el romanticismo le aportó lo exótico y lo sobrenatural; el naturalismo, lo socialmente lúgubre; el prerrafaelismo, la espiritualidad, la delicadeza; el decadentismo, lo erótico, lo perverso, lo artificioso; el simbolismo, la obsesión por las analogías y la música verbal; el parnasianismo, la mitología y la visión de artes puros, utópicamente intocados por el aburguesamiento de la sociedad. Al parecer cada uno de los movimientos literarios conocidos entonces en Europa, sobre todo en Francia, y América contribuyó en algo a construir el Modernismo.
En los cuentos que he leído en mi clase de "Short Story", se pueden encontrar varias de estas características que reflejan la influencia de los diversos estilos. En ¨El caso de la señorita Amelia¨, por ejemplo, se encuentra el tema de lo sobrenatural. En la historia hay un personaje que no envejece y cuya edad se queda detenida en la niñez. La utilización de este tema se puede interpretar a través de la inocencia que otorgaba Rubén Darío a la juventud. Para el autor, así como para otros modernistas, los niños todavía no han sido corrompidos por la codicia del mundo moderno materialista. Justamente el protagonista de la historia se enamora de eso, de la pureza e inocencia de Amelia. Ya que ese era el estado perfecto (el arte puro) de ese ser, ella se queda detenida en ese momento, antes de ser dañada por lo mundano.
En ¨Cambio de luz¨ y ¨La Venda¨ se evidencian las características modernistas de la espiritualidad, el simbolismo y la obsesión por las analogías. En ambas historias se utiliza la ceguera como representación de la fe ciega. Los personajes principales enfrentan una crisis espiritual causada por la habilidad de poder ver el mundo. Es una analogía entonces que compara al sentido de la vista con el estudio y el conocimiento. Al develarse la venda de la ignorancia, las personas pierden esa fe ciega que es el camino hacia Dios. Precisamente, como explica María Sordo, Unamuno intenta descifrar el destino del hombre, el sentido del universo, y la incógnita de Dios (Sordo, 15).
En ¨Médium¨, en cambio, se expresa la característica de lo perverso. La ¨sonrisa tan rara, tan rara¨ de la hermana de Román causa escalofríos de solo imaginarla. Investigando sobre la ideología de este escritor de la generación del 98 se encuentra que las ideas sobre el hombre y el mundo que se desprenden de sus obras se inscriben a la perfección en la línea del pesimismo existencial” (Rincón Castellano). Cabe especular entonces que la sonrisa escalofriante es simbólica de lo cruel que puede ser la vida y como a veces parece que se estuviera riendo de nosotros.
Acorde a la crisis espiritual de principios del siglo XX, Baroja muestra su radical escepticismo religioso, social y económico. Esto queda claro en la siguiente cita del autor: "No existe verdad política y social. La misma verdad científica, matemática, está en entredicho, y si la Geometría puede tambalearse sobre las bases sólidas de Euclides, ¿qué no les podrá pasar a los dogmas éticos de la sociedad?". Esta duda y la sensación de que la vida no tiene sentido, se entrevé en una de las frases del párrafo inicial de “Médium”: “He analizado todo, he profundizado todo, y vivo intranquilo”. El escepticismo de Baroja da paso a su juego con lo sobrenatural, haciendo al lector reflexionar que si lo que supuestamente es cierto y real deja de tener sentido, se abre la posibilidad de que en lo irreal y oculto se pueda encontrar la verdad.
Referencias
Biblioteca de la prosa modernista de habla hispana. Características del modernismo. http://prosamodernista.com/caracteristicasdelmodernismo.aspx
Sordo, María (2003). La angustia como posible solución al problema entre fe y razón en Miguel de Unamuno, Sören Kierkegaard y Gabriel Marcel. Tesis presentada para la Universidad de las Américas Puebla. http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lhu/sordo_i_mm/capitulo1.pdf

14 de octubre de 2011

Analizando el género del Cuento

Ya que el cuento es parte del género literario de la narrativa, pienso que es importante antes que nada comprender este último término. De acuerdo a Gómez-Martínez, la narrativa hace referencia “a un relato que consta de una serie de sucesos (la historia), a través de la representación humana (el narrador, los personajes) y con posibles comentarios, implícitos o explícitos, sobre la condición humana (el tema)” (Proyecto Ensayo Hispánico). Gómez-Martínez reconoce la complejidad del término e indica que al existir una gran variedad de textos narrativos, cualquier definición puede resultar perjudicial para la creatividad de los autores.

Cabrera Infante proporciona varios ejemplos que nos muestran la antigüedad del cuento y sus diferentes representaciones a lo largo de la historia en varias regiones del mundo. Esto nos hace reflexionar en que no tiene sentido establecer una sola definición porque sería limitar un género muy rico y diverso. Creo que la diversidad del cuento va de la mano con la diversidad de las culturas del mundo, ya que el primero refleja a la segunda. Entonces, en lugar de tratar de definirlo, conviene mejor analizar posibles características que provean pautas de lo que es el cuento, sin cerrarnos tampoco a las mismas.

Respecto a algunas de las características mencionadas por los grandes de la literatura acerca del cuento, encontramos que Edgar Allan Poe pensaba que debe leerse de una sola sentada (no importa si toma 2 minutos o 2 horas) y que debe escribirse solamente si se conoce el final. Hemingway opinaba que el cuento debe ser un iceberg que no muestra todo para que el lector pueda trabajar. También propone la teoría de la “pistola”, la cual implica que si en el cuento aparece un elemento, como por ejemplo una pistola, hay que involucrar al mismo en el final de la historia para que tenga significado. Julio Cortázar consideraba que el cuento debe ganar por KO (“knock-out”), a diferencia de la novela que debe ganar por puntos. Decía además que debe tener un final epifanico y revelador donde todo se resuelva (Talleres de escritura creativa).

A pesar de la opinión descrita anteriormente, vemos que Cortázar no estaba de acuerdo con una definición cerrada del cuento cuando dice:

[...] Nadie puede pretender que los cuentos sólo deban escribirse luego de conocer sus leyes. En primer lugar, no hay tales leyes; a lo sumo cabe hablar de puntos de vista, de ciertas constantes que dan una estructura a ese género tan poco encasillable; en segundo lugar, los teóricos y los críticos no tienen por qué ser los cuentistas mismos, y es natural que aquéllos sólo entren en escena cuando exista ya un acervo, un acopio de literatura que permita indagar y esclarecer su desarrollo y sus cualidades (Paredes 32).

Me parecen muy relevantes las opiniones de los expertos ya que nos dan una luz sobre la intención de los autores para escribir sus cuentos, pero pienso que también es importante considerar al lector. Hay lectores que pueden leer de una sola sentada cuarenta páginas y otros que se toman su tiempo en cinco. Inclusive, la reacción del lector puede variar de acuerdo al autor. Por ejemplo, yo puedo leer cien páginas en una sola sentada pero en el caso de Borges, recuerdo que me tomó algunos días “digerir” el único cuento que me he leído del gran escritor argentino.

En cuanto al cuestionamiento sobre la diferencia entre lo que llamamos un “cuento” informal y el “cuento” que pertenece al género literario, pienso que el profesor Fernando Valls, de la Universidad Autónoma de Barcelona nos da una pauta en su discusión sobre el cuento y relato. Nos recuerda que “el término cuento ya se usaba en el siglo XIX para designar la narrativa breve, conviviendo con otros como relación, que Fernán Caballero opone a cuento popular, y leyenda (Bécquer); mientras que el concepto de relato, tal y como lo entendemos hoy, aparece en los últimos años sesenta” (Talleres de escritura creativa). Valls explica que tal vez debido a que el cuento era un término con demasiados significados, alguno de los cuales le proporcionaban una naturaleza negativa, en 1988 el narrador Fernando Quiñones pidió que se sustituyera por relato.

Según Valls, en general el cuento se clasifica en literario y popular. Explica que el popular se refiere a cuentos tradicionales, de hadas, leyendas, y mitos que son transmitidos por tradición popular y que el término relato se contraponía a ésta última clasificación popular, en el sentido de que relato no significaba más que cuento literario. Dice además que el cuento es una narrativa en prosa de hechos imaginarios y que el relato por su parte admite hechos no ficticios, pero nos recuerda que en la literatura nada es definitivo (Talleres de escritura creativa).

Tampoco podemos encasillar ciertas regiones del mundo a la creación de géneros determinados. Leí un ejemplo de esto en la presentación de la antología de cuentos “McOndo”. Un grupo de escritores latinoamericanos que se encontraban en un taller de escritura que ofrecía la Universidad de Iowa, recibieron la oportunidad de publicar en inglés. Pero el pequeño problema es que lo que se esperaba de ellos es que escribieran “realismo mágico” y por esta razón los textos de dos de los escritores involucrados en aquella iniciativa fueron rechazados (McOndo). Es una historia muy interesante que demuestra esa tendencia que tenemos los profesionales, y los seres humanos en general, de querer encasillarlo todo.

Ahora que estoy estudiando sobre la interdisciplinariedad, estoy reflexionando sobre el peligro que representa para la educación, poner límites a los temas de estudios. Pienso entonces que en la literatura es importante hablar sobre géneros, para tener una guía que nos ayude en la lectura y comprensión, pero debemos mantenernos abiertos a distintas posibilidades y propuestas para permitir que los autores nos sorprendan.

25 de septiembre de 2011

Mi homenaje a Federico García Lorca



Con tantas cosas que han pasado en los últimos meses, no pude compartir algo muy importante con ustedes pero más vale tarde que nunca. En agosto tuve la grata experiencia de participar en un happening literario donde recordamos al genial Federico García Lorca. Yo estuve a cargo del desarrollo del contenido del evento y conté con el apoyo de otras personas para leer fragmentos de La casa de Bernarda Alba. Tuvimos también un lindo baile flamenco para celebrar la vida y obra de Lorca.

Comparto parte del contenido del homenaje y un vídeo donde pueden ver un fragmento de la noche lorquiana de Dorothy.

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El 19 de agosto de este año se cumplen 75 años de la trágica muerte de Federico García Lorca. Para conmemorar este hecho, la Cátedra Libre de Cultura Andaluza declaró a 2011 como ‘Año Lorquiano’, concentrando sus acciones en reflejar la personalidad, la obra y el pensamiento del inmortal poeta y dramaturgo granadino. El evento que presentamos esta noche tiene el objetivo de que en nuestra ciudad se brinde también un homenaje al más importante poeta y dramaturgo español del siglo XX, Federico García Lorca.

García Lorca nació el 5 de junio de 1898 en Fuente Vaqueros, un pequeño pueblo andaluz en la provincia de Granada. Le entusiasmaban la música, la poesía y el teatro y concentró toda su atención en estas aficiones. Entre 1919 y 1928, vivió en la Residencia de Estudiantes de Madrid, un centro importante de intercambios culturales donde se hizo amigo de grandes artistas de su generación, tales como el pintor Salvador Dalí y del cineasta Luis Buñuel. Perteneció a la llamada "generación del 27", compuesta, entre otros, por Rafael Alberti, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Jorge Guillén, y Pedro Salinas, con quienes compartió amistad e inquietudes artísticas.

Nacer en un pequeño pueblo granadino, acercó a Lorca hacia la naturaleza, la sabiduría popular y el folclore de la tierra andaluza. Por lo tanto, en su obra se unen lo popular y lo culto en un estilo donde lo preponderante es la expresión del autor. Trata problemas sociales e individuales como la frustración amorosa, las represiones sexuales y el destino trágico. Como dramaturgo, abordó diferentes géneros, aunque su reputación descansa principalmente en las tres tragedias populares: "Bodas de Sangre", "Yerma" y "La casa de Bernarda Alba". Decía Lorca: "Creo que el hecho de ser de Granada me inclina siempre a la comprensión simpática del perseguido. Del gitano, del negro, del judío, del morisco que todos llevamos dentro".

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Lorca terminó de escribir la que sería su última obra completa, La casa de Bernarda Alba, en 1936. La inspiración de la obra, subtitulada Drama de mujeres en los pueblos de España, fue una familia de apellido Alba que vivía en una aldea donde los padres del dramaturgo tenían una propiedad. En una ocasión en que veraneaba en aquel lugar, Lorca descubrió esa extraña familia de muchachas que sufrían la vigilancia tiránica de la madre.

El artista las describió de la siguiente manera: “Prisioneras privadas de todo albedrío, jamás hablé con ellas; pero las veía pasar como sombras, siempre silenciosas y siempre de negro vestidas…”

Lectura

La obra comienza con el funeral del segundo marido de Bernarda Alba. Las criadas, solas en la casa, ponen de manifiesto su odio por Bernarda, persona clasista y autoritaria.

La Poncia: ¡Ya viene! Limpia bien todo. Si Bernarda no ve relucientes las cosas me arrancará los pocos pelos que me quedan.

Criada: ¡Qué mujer!

La Poncia: Tirana de todos los que la rodean. Es capaz de sentarse encima de tu corazón y ver cómo te mueres durante un año sin que se le cierre esa sonrisa fría que lleva en su maldita cara. ¡Limpia, limpia ese vidriado!

Criada: Sangre en las manos tengo de fregarlo todo.

La Poncia: Ella, la más aseada; ella, la más decente; ella, la más alta. Buen descanso ganó su pobre marido.

Bernarda impone a sus cinco hijas un luto de ocho años:

Bernarda: “En ocho años que dure el luto no ha de entrar en esta casa el viento de la calle. Hacemos cuenta que hemos tapiado con ladrillos puertas y ventanas”.

Este hecho contrasta con los deseos de amar de las hijas. Angustias, la hija mayor, es solicitada por Pepe el Romano, un joven atractivo quien perturba el ambiente familiar, pues Adela y Martirio también se enamoran de él. Adela atrae a Pepe, pero Martirio la denuncia cuando se encuentra con su amante en el corral de la casa:

Martirio: ¿Dónde vas?

Adela: ¡Quítate de la puerta!

Martirio: ¡Pasa si puedes!

Adela: ¡Aparta! (Lucha.)

Martirio: (A voces.) ¡Madre, madre!

Bernarda acude presurosa y dispara contra Pepe.




22 de septiembre de 2011

La lucha feminista de María de Zayas


Ahora que estoy aprendiendo sobre los cambios de la situación de la mujer en la revolución americana y francesa, me he dado cuenta de como las mujeres a través de la literatura reclamaron el derecho a ser escuchadas y desafiaron el rol que la sociedad les imponía. Fue muy grato entonces leer sobre María de Zayas (1590–1661) y pensar en ella como una revolucionaria del feminismo durante el Siglo de Oro español.

Por lo que pude leer, me parece que se podría considerar a De Zayas como una predecesora de Mary Wollstonecraft y Simone de Beauvoir. Esto es fascinante si pensamos en los siglos que apartan a estas escritoras feministas. Resulta estimulante comprobar que a través del tiempo y alrededor del mundo siempre ha habido, y espero que siempre haya, mujeres fuertes que han hecho frente a la sociedad para reclamar una posición igualitaria.

Con respecto a la lectura de La inocencia castigada lo primero que me sorprendió fue el tono fuerte con el cual la mujer que cuenta la historia se dirige a los hombres. En esa época, que una mujer hablara así a los hombres era muy mal visto y esta es la primera señal de las agallas de María de Zayas. Luego cuando leí: “En una ciudad cerca de la gran Sevilla, que no quiero nombrarla…”, obviamente me acordé de la famosa frase con que comienza El Quijote de la Mancha. El uso de esta frase parece un homenaje a Cervantes quien por lo visto fue de gran influencia en la obra de María de Zayas a través de sus Novelas Ejemplares.

La crueldad que es cometida contra la protagonista de la historia, me recordó el nombre de mi análisis sobre las obras de Lorca, cuyo título comenzaba con las palabras: “Silenciadas entre las paredes…”. Inclusive, el primer título que se me ocurrió fue: “Encerrada entre las paredes…”. Entonces veo este hecho del emparedamiento como una metáfora de impedir la comunicación de la mujer, negándole de esta manera el derecho a su opinión.

Además del paralelo entre el encierro que usa De Zayas en su historia y el nombre de mi trabajo, me saltó un poco el corazón cuando leí que una de las obras de esta escritora se llama La traición en la amistad. ¡Yo escribí una historia con ese nombre en un taller de escritura creativa! Luego me di cuenta que es el primer trabajo publicado que se lista de la obra de esta gran española. ¡Oh, gran sorpresa! Durante el verano pasado, mi historia sobre la amistad salió publicada en la revista semanal de un periódico de Ecuador. Es decir que es, técnicamente, mi primera historia publicada. Quién sabe y a lo mejor conocí a María de Zayas en otra vida. Me quedo con la curiosidad de leer más de su obra.

26 de junio de 2011

La perturbadora Nada de Janne Teller

La aclamada novela Nada (Seix Barral, 2011) de Janne Teller ha sido la novela escogida por una amiga escritora para iniciar un club de lectura en mi ciudad. Como introducción al libro, vimos la pelicula “Let me in” (2010), sobre una niña vampira, la cual me dejó perturbada y me causó algunas pesadillas. No comprendía por qué me habían hecho pasar por la tortura de ver a una niña destrozando cuerpos para chupar la sangre y a unos niños bullies atormentando al más debilucho de la escuela, para luego acabar ellos mismos hechos pedazos, literalmente, por la niña vampira.

Pero a medida que me iba adentrando en la lectura de Nada, comprendí por qué la película arriba mencionada hacía sentido. La historia de Teller comienza en un salón de clases de una escuela cualquiera. Uno de los niños, Pierre Anthon, decide abandonar la escuela e irse a sentar en la rama de un árbol, porque llega a la conclusión de que nada en la vida vale la pena. Sus palabras exactas son: “Nada importa, hace mucho que lo sé. Así que no merece la pena hacer nada. Eso acabo de descubrirlo. La logica del niño es que si al final todos morimos, entonces para qué esforzarnos, si igual vamos a acabar en nada.

Luego de esto, lo que me esperaba, de acuerdo a lo que había investigado sobre el libro, es que los compañeros de Pierre Anthon procedieran a darle diferentes argumentos para convencerlo de que sí existen motivos que hacen que la vida merezca le pena y que se pondrían manos a la obra para hayar entre todos el significado de la vida.

¡Pues va a ser que no! Nada de argumentos. Nada de reflexiones. Los que estos niños, o más bien adolescentes tempranos, comienzan a hacer, no es para nada lo que yo me esperaba. Los compañerso de Pierre Anthon se involucran en una serie de actos macabros, intentando coleccionar objetos o símbolos para una torre de significado. Vamos, que en la susodicha torre, se podrán encontrar desde la cabeza cercenada de un perro, hasta el ataúd, con cuerpo incluido, del hermanito de uno de los chicos del grupo. ¿Cómo? Pues eso mismo me pasé preguntando yo a lo largo de la novela.

Regresé al club de lectura con muchas interrogantes y con un sentimiento de agobio. ¿Para qué me habían hecho pasar por esta perturbadora experiencia? Pero eso es lo interesante de los clubs de lectura. Al escuchar al resto de participantes del grupo, poco a poco fui dejando entrar otros puntos de vista y otras perspectivas que le dieron forma a mis desordenados pensamientos e impresiones.

Hablamos de los monstrous seductores, de como en la monstruosidad clásica griega, la belleza o fealdad del exterior concordaba con aquella del interior. Era parte de la justicia divina. Hoy en día, como se evidencia por el culto a las historias de vampiros, los monstruos llevan una hermosa piel a lo Edward Cullen. En Nada el monstruo que vemos es el terrible fenómeno del “bullying”. Es impresionante la crueldad y total falta de compasión que se puede encontrar en un grupo de niños bullies.

¿Por qué los niños de la historia reaccionan con tanta violencia a las palabras de Pierre Anthon? Conversamos entonces de que la uniformidad ayuda a que el cerebro se relaje. Todos estos niños vivían en un pueblo pequeño donde todo transcurría de la misma manera todos los días y así se esperaban que fuera para siempre. El hecho de que uno de los compañeros rompiera con esta monotonía, lleva al resto del grupo a la locura. Al final, en una de los pasajes más inquietantes que he leído en mi larga trayectoria como lectora, lo único que puede satisfacer a estos niños bullies es la inmolación de Pierre Anthon. ¡Terrible!

Comprendo perfectamente por qué esta novela ha generado tanta controversia. Si tuviera hijos, no me gustaría que ellos leyeran esta novela como parte del currículo escolar a menos de que tuviera la seguridad de que contarían con la guía adecuada. Si a mí, adulta con muchos años de experiencia con los libros, me ha hecho falta una guía experta para descifrar el significado de estas páginas espeluznantes y a veces sangrientas, pues imagínense cómo la lectura de Nada podría afectar a un niño o a un adolescente. Ciertamente es un tema que no se puede tomar de ningún modo a la ligera.

Pues qué les puedo decir para terminar. Que no ha sido uno de mis libros favoritos, y a decir verdad, me resultó bastante difícil leerlo. Si no hubiera sido porque lo debía leer para mi club de lectura, probablemente lo habría dejado luego de 20 páginas. Pero a lo mejor, es justamente ese el mensaje que me debo llevar del libro. La verdad o la realidad puede resultar muchas veces incómoda, pero solo enfrentándola, reconociéndola, podremos saber qué debemos corregir y mejorar, para así crecer como seres humanos. Y como dijo uno de mis compañeros de lectura, el error de Pierre Anthon fue el de solamente enfocarse en el final del camino. Pero el significado de la vida realmente está en el viaje, en el aquí y ahora. Porque si no disfrutamos el camino, ahí si que nos iremos con la misma sensación con la que se esfumó Pierre Anthon de este mundo, con el triste vacío de la nada.


5 de junio de 2011

¿Es que no tiene derecho una pobre mujer a respirar con libertad?




En un día como hoy, hace 113 años, nació Federico García Lorca (5 de junio de 1898 Fuente Vaqueros, Granada, España), uno de los más importantes dramaturgos y poetas del siglo XX. En homenaje a su memoria y trabajo, comparto con ustedes el inicio de una conferencia que preparé sobre sus obras La Casa de Bernarda Alba y Bodas de Sangre. Espero poder presentar esta conferencia próximamente en una universidad de mi país.

Hay cosas encerradas dentro de los muros que,

si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo.

Federico García Lorca

Silenciadas entre las paredes: La mujer en La casa de Bernarda Alba y Bodas de Sangre

Considerando que no fue hasta 1946 y 1949 respectivamente que Mary R. Beard y Simone de Beauvoir publicaron sus estudios feministas Woman as Force in History y Le Deuxiéme Sexe, el dramaturgo español Federico García Lorca, quien trató de concientizar al público sobre la situación injusta de la mujer en la España del siglo XX, puede ser visto como un pionero en la defensa de los derechos de las mujeres. Tal como Ana María Ramírez afirma, “Nadie como García Lorca ha mostrado con más verismo la vida de muchas mujeres que han protagonizado una silente tragedia de deseos, de ilusiones, y esperanzas reprimidas o ahogadas por la tiranía de distintos seres” (2).

La preocupación de Lorca por la mujer provenía en gran parte de su solidaridad por los sectores marginados de la época. Así lo explica Leticia Taylor: “García Lorca cries with the weak, the suffering, the underprivileged. He is a humanitarian and dreams of a perfect state of things” (33).

Un ejemplo de este espíritu humanitario por diversos tipos de grupos marginados queda ilustrado durante la estancia del poeta granadino en Nueva York. A pesar de que Lorca no sintió mucha afinidad por la cultura anglosajona, se encontró en cambio bastante atraído hacia la vida nocturna de Harlem. Los ritmos de los cantantes de blues llamaron su atención de la misma manera que lo habían hecho durante su niñez los gitanos andaluces (Honig 14). Probablemente esto haya sido porque el canto del blues tiene ese tono de lamento y melancolía que es característico del cante gitano.

Ese eco de sufrimiento que llegaba a Lorca de los negros es ilustrado por Honig: “He wandered through Harlem streets by day and saw into the dark suffering of the crowded houses where the great negro was prisoner in a janitor’s uniform” (14). Dice Leticia Taylor sobre las impresiones de Lorca durante su estancia en Nueva York: “The injustice of man toward man in this chaos of opulence and misery filled him with the same kind of pity and sadness that he had in Spain for his ill-treated gypsies” (33).

Este sentimiento de solidaridad hacia los grupos discriminados, se dio seguramente debido al propio aislamiento sufrido por Lorca a causa de su homosexualidad. De acuerdo a Walter Dobrian, Lorca se sintió a lo largo de su vida marginado y perseguido por la sociedad por ser diferente del resto. Cuenta que los compañeros del poeta durante el segundo curso de su escuela granadina, “se reían de su aspecto un tanto afeminado, llamándole cruelmente Federica” (464). Inclusive su profesor, un hombre intolerante de mentalidad machista, lo hacía sentar en la última fila para no tener que verlo (Dobrian 464).

Este repudio afectó grandemente a Lorca e impidió que tuviera la libertad de expresar sus sentimientos románticos abiertamente. Tanto así, que llegó a cambiar el titulo de al menos uno de sus poemas por temor a los prejuicios sociales que pudieran causar a su propia persona y al destinatario. Es así que el titulo “Soneto gongorino en que Federico manda a su amigo una paloma” fue cambiado a “Soneto gongorino en que el poeta manda a su amor una paloma” (Dobrian 465).

Impresiona el relato de Ian Gibson, quien cuenta que “después de su asesinato en 1936 en las afueras de Granada, uno de los asesinos se jactaba en la taberna [diciendo] – Acabamos de matar a Federico García Lorca. Yo le metí dos tiros en el culo por maricen” (II: 487). Lorca fue perseguido brutalmente por la intolerancia hasta el día de su muerte.

Tiene sentido entonces pensar que, a través de la reflexión sobre la situación de la mujer en sus obras, Lorca estaba apelando también a la conciencia colectiva sobre la opresión sufrida por los homosexuales en España. Al escribir en Doña Rosita La Soltera: “¿Es que no tiene derecho una pobre mujer a respirar con libertad?” (Obras Completas, 1429), estuviera quizás haciendo también un comentario sobre el sentimiento de ahogo que lo embargaba al no poder manifestar su sexualidad a plenitud.

Al inicio del siglo XX en España, el sistema patriarcal exigía un estado de subordinación por parte de las mujeres. Esto era determinado, en primer lugar, por medio de una legislación basada en el Código Penal de 1870, el Código de Comercio de 1885 y el Código Civil de 1889. De acuerdo a esta legislación, las mujeres requerían la autorización de sus maridos para realizar actividades económicas, para la firma de contratos, y hasta para realizar compras de valores altos. No se les estaba permitido controlar su propio salario y este debía ser administrado por sus cónyuges (Ministerio de Educación de España).

El código penal instauró sanciones severas para las mujeres que no obedecieran u ofendieran a sus esposos. Por ejemplo, si el marido mataba o lastimaba a la esposa por adúltera, su castigo era únicamente el destierro temporal. Para una mujer en cambio, bajo las mismas circunstancias, la pena era prisión de por vida. Además del aspecto legislativo, la sumisión de la mujer se formaba dentro del ámbito social, el cual determinaba el rol de las mujeres. Este rol las relegaba a las labores domésticas y maternas; “cualquier intento de salirse de ese rol era duramente reprobado por hombres y mujeres, cuando no era objeto de burla y ridiculización” (Ministerio de Educación de España).

Esta realidad de la mujer española a inicios del siglo XX se ve fielmente reflejada en la trama y los personajes de Bodas de Sangre y La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca. En 1933, el dramaturgo granadino, estrenó con gran éxito en el teatro Beatriz de Madrid Bodas de Sangre. La trama de esta obra se basa en un caso ocurrido en Níjar (Almería) el cual había recibido gran cobertura periodística años atrás. Lorca utilizó la decisión de una mujer de huir con un pretendiente del pasado en el día de su boda así como el consiguiente asesinato del susodicho a manos de un familiar del novio para edificar su trágica obra (Bodas 33, 34).

4 de junio de 2011

Mountain of Shadows


By Dorothy

Last night my shadow came to play with me. As I lied on my bed, almost asleep, I saw my shadow come out of the wall, grab me by my hand and take me away out into the warm, shiny night.

I watched down as my house, my neighborhood and my city became smaller and smaller, and all of a sudden there we were, right at the bottom of a great blue mountain.

Where are we? - I wanted to ask my shadow, but before the words could come out from my mouth, I looked around and noticed how thousands of shadows approached the blue, magical mountain.

There were small shadows flying all around the mountain, playing, jumping and running... dancing, hopping and skipping. They could do anything they wanted, anything they liked, without boundaries or punishments, without the yelling or shouting, the frowning or staring. At this magical place, all the shadows could be what they were meant to be. On the great blue mountain, the shadows could let us out … they could free the children trapped on the other side of the wall.

22 de mayo de 2011

Cuando "Nada" lo puede ser todo - Una hermosa novela de Carmen Laforet




Ante los eventos recientes que se viven en España, me parece pertinente compartir mis impresiones sobre la novela "Nada" de Carmen Laforet. La autora escribió esta impresionante obra con tan sólo 23 años durante un período de crisis (la posguerra) de su país. La posición de la juventud ante la incertidumbre de su nación es parte de la reflexión que nos deja Laforet. Al final de mi post podrán encontrar una copia de la novela en PDF. Espero que mis comentarios les motiven a leerla.

Nada es una historia sobre una sociedad en decadencia. La casa de Aribau, la familia de Andrea y el ambiente que la rodea simbolizan el estado en el que se encontraba el país a raíz de la Guerra Civil. A través de los conflictos de los personajes podemos sentir la frustración y desolación de la España de la posguerra. Uno de los mejores ejemplos de este recurso es el hambre constante de Andrea durante buena parte de la novela. Podemos leer en la página 94 que “Hay quien se ha vuelto loco de hambre”. A través de Andrea nos llega esta sensación de hambre del pueblo español como consecuencia de la pobreza del país durante estos años.

Otro tema recurrente de la obra de Laforet es el tabú de la sexualidad. Lo vemos reflejado en las conversaciones entre Angustias y Andrea (“Tú no dominarás tu cuerpo y tu alma”, 38), en la historia de Angustias con su jefe y también en la tensión sexual entre Román y algunos de los personajes femeninos de la historia. Esta represión de la sexualidad era parte de la vida en la dictadura, donde se forzaban valores morales extremos.

Vemos también que en esta época la clase alta permanece en su burbuja y vive “en un mundo que gira sobre el sólido pedestal del dinero” (81). Un ejemplo es el baile lujoso al que Andrea asiste donde leemos que “… los mayores se dedicaban principalmente a alimentarse y reír” (81). También lo vemos representado en los chicos bohemios que tienen tiempo de debatir sobre el significado de la vida a costa del dinero ilimitado de sus padres.

Sobre el estilo de la obra, pienso que al igual que lo que vimos en La Casa de Bernarda Alba de García Lorca, las descripciones vívidas que Laforet nos regala, otorgan a la historia un tono poético y simbólico. Las descripciones del mundo exterior de Andrea son un reflejo de su mundo interior así como del resto de los personajes. Un ejemplo de esto lo podemos leer apenas llega Andrea a la casa de Aribau: “En toda aquella escena había algo angustioso, y en el piso un calor sofocante como si el aire estuviera estancado y podrido” (6). Esta angustia, ahogo y estancamiento es lo que llevaban dentro los seres que habitaban ese lúgubre piso.

Un elemento muy importante en esta novela es el existencialismo en los pensamientos y reflexiones de Andrea. En la página 87, Andrea se pregunta “cómo en los sentidos humanos cabe una tan grande cantidad de placer en el dolor”. Luego en la pagina 93 se da cuenta “por primera vez de que todo sigue, se hace gris, se arruina viviendo”. A través del existencialismo de Andrea sentimos el pesimismo, el dolor y la oscuridad que atormentaban a la sociedad española.

La historia simple y sombría de Andrea y el piso de Aribau nos abren una ventana a la vida en la España de la posguerra. Una vida desesperante en un mundo en ruinas, empobrecido y reprimido. Un mundo donde el único rayo de esperanza provenía de jóvenes como Andrea, quienes a pesar de su gris realidad, creían en un futuro de libertad y de cambio.

Bibliografía

Laforet, Carmen. Nada. Madrid: Ed. Biblioteca El Mundo, 2001.

22 de abril de 2011

Día Internacional del Libro


El 23 de abril celebramos el Día Internacional del Libro y de los Derechos de Autor. Los libros han traído gran alegría y significado a mi vida por lo que quiero agradecer a todos los escritores fabulosos que a lo largo de los años nos han iluminado con sus historias. Gracias especiales a Cervantes, Shakespeare, Lorca, Austen, las hermanas Brontë, Cortázar, Twain, Alcott, y Allende. Llevo sus historias en mi corazón.

10 de abril de 2011

La culpa en "Réquiem por un campesino español"

Réquiem por un campesino español de Ramón J. Sender consigue hacernos reflexionar sobre la posición de la iglesia católica durante la Guerra Civil española. A través del personaje de Mosén Millán vemos la doble cara que presentaron muchos sacerdotes de la época. Criticaban la crueldad y matanzas pero al mismo tiempo no se oponían o incluso apoyaban a los nacionalistas. La razón de esta actitud hipócrita, era el resultado del temor de que, bajo el mando de los republicanos, el poder de la iglesia católica se viera afectado.

Desde el principio de la historia nos damos cuenta como Mosén Millán opta por cerrar los ojos ante la realidad miserable que enfrentaban varias personas del pueblo. En la escena de las cuevas, cuando Paco pregunta por qué nadie ayuda o va a visitar al enfermo, el cura contesta que “la vida es así y Dios que la ha hecho sabe por qué” (39). Vemos entonces que la iglesia se amparaba en la voluntad de Dios para librarse de responsabilidades. Cuando Paco dice a Mosén Millán que su padre le había dicho que se podía hacer algo para remediar esa miseria, él le contesta: “¿Qué miseria? – Todavía hay más miseria en otras partes que aquí” (45). El sacerdote se niega a admitir que el pueblo tenga problemas y da razones superfluas a Paco para que éste deje de preocuparse y hacer preguntas.

Algo importante es que vemos que los personajes de la historia reconocen lo incorrecto de sus acciones. No son personajes desquiciados que piensan que sus acciones crueles están justificadas. Sabemos esto por la simple razón de que si estimaran que estaban en lo correcto, no tendrían sentido de culpa. Podemos percibir el cargo de conciencia de Mosén Millán a lo largo de la novela. Lo atormentan los recuerdos de la vida de Paco al reconocer el papel que él jugó en su trágico final.

La doble cara de Mosén Millán queda clara cuando va a la casa de los padres de Paco luego de que éste último se escondiera. Por un lado se lamenta de la situación cuando dice “Lo que está sucediendo en el pueblo es horrible y no tiene nombre“(85). Sin embargo, por el otro lado, se las ingenia para averiguar el escondite de Paco. Es mi opinión de que hizo esto a propósito porque sabía el poder que le iba a otorgar conocer esta información.

Don Gumersindo y los otros dos personajes ricos del pueblo, son los únicos que asisten a la misa con la intención de lavar con dinero sus culpas. Es así que luego de llegar a la iglesia, don Gumersindo dice: “Aquí hay dos duros para la misa de hoy” (66). Sin embargo, Mosén Millán no acepta los ofrecimientos de donaciones para la misa. Podemos interpretar este rechazo como un reconocimiento del cura de que sería aceptar dinero empañado de culpa.

El cargo de conciencia que los tres hombres y el cura sentían es confirmado por lo incómodo que todos se sienten cuando la mula de Paco entra a la iglesia. El querer sacar al animal de la iglesia es representativo de su deseo de deshacerse del sentimiento de culpa. Entendemos entonces que estos personajes sabían que Paco no merecía haber muerto, pero no hicieron nada por evitarlo debido a sus intereses y conveniencias. Pienso que eso los convierte en peores personas que los propios asesinos.

Al final de la novela leemos que la vergüenza que sentía Mosén Millán había impedido que llevara el reloj y el pañuelo de Paco a su familia (104). También descubrimos que después de un año, “…Creía tener todavía manchas de sangre en sus vestidos“(104) y que todavía podía escuchar a Paco diciendo su nombre (105), dando a entender de que sabía que había sido el cura quien lo denunció. No hay redención para la culpa de Mosén Millán y probablemente está consciente de que el recuerdo de su traición a Paco lo acompañará por el resto de sus días.

Bibliografía

Sender, Ramón J. Réquiem por un campesino español. Barcelona: Ediciones Destino, 1990.

27 de febrero de 2011

La Casa de Bernarda Alba: El duende, Andalucía y la tragedia

Comenzando con la introducción que Josephs y Caballero realizaron para esta edición de La Casa de Bernarda Alba, lo que más llamó mi atención fue la mención de la “teoría del duende” de García Lorca. Citan al artista granadino explicando el duende como “un poder misterioso…el espíritu de la tierra” (53). Leer sobre el duende me llegó al alma porque la verdad es que cada vez que escucho flamenco o veo una presentación de ese precioso baile, siento algo muy intenso que me estruja el corazón y me hace sentir una nostalgia muy grande. Nunca había comprendido el por qué de esa reacción, así es que de ahora en adelante cuando me embargue ese sentimiento inexplicable, voy a pensar que es el duende que me ha atrapado con sus melodías y lamentos.

Algo que me ha impresionado de gran manera sobre esta primera obra que leo de Federico García Lorca es la capacidad magnifica que tenía de crear diálogos cargados de símbolos y doble sentido. Esta característica del lenguaje facilitó el que yo pudiera sentir y percibir de una manea vívida lo que acontecía en la trama y en el interior de los personajes. Así mismo se pueden encontrar en los diálogos muchos modismos y expresiones andaluzas. Pienso que por ser una amante de la cultura española, por haber vivido en España y por haber conocido Andalucía, fue fácil para mí imaginarme el ambiente rural, los personajes del pueblo y relacionarme con las mujeres de la historia. Pienso que es muy difícil que La Casa de Bernarda Alba produzca el mismo efecto en personas que no conozcan nada sobre la cultura andaluza.

Más allá de mi afinidad hacia la cultura española, pienso que otra razón por la cual me pude identificar con la obra y sus personajes, fue el hecho de que yo provengo de una sociedad donde se ve reflejado el tema central de La Casa de Bernarda Alba. La gente de mi tierra se preocupa demasiado del “qué dirán” al igual que la orgullosa Bernarda. Pienso que García Lorca pintó un extremo de la realidad de su país para comunicar su mensaje de lo terrible que es vivir en una sociedad donde las personas se tornan prisioneras de convencionalismos por el hecho de mantener las apariencias. Porque lo que las mueve a querer mantener las tradiciones y la “moral” no es ser buenas personas, sino casi siempre la preocupación de lo que dirá el vecino.

Pasando al polémico tema de si esta obra es o no una tragedia, en base a la lectura en clase sobre los elementos que deben poseer las tragedias según Aristóteles, pienso que en efecto, La Casa de Bernarda Alba es una tragedia. Leímos que Aristóteles entendía como trágica “cualquier desgracia que suscita miedo y lástima”. Así mismo argumentaba que “para poder sentir lástima por los personajes, debemos sentir que su sufrimiento es inmerecido”. Considerando esta teoría, me remito a las siguientes palabras de Amelia en el segundo acto: “Nacer mujer es el mayor castigo” (159).

En la época en que se desarrolla la obra, sí que se podía considerar un castigo nacer mujer en un pueblo de España donde se estaba destinada a no tener mayores opciones en la vida. Se puede pensar entonces que las hermanas Alba no tuvieron la culpa de nacer mujeres y tener que vivir en ese ambiente terrible y asfixiante impuesto por su madre. Porque en realidad, las alternativas de Adela eran dos: escaparse para recorrer los caminos como pordiosera o prostituta, o quedarse en esa casa para seguir viviendo en el infierno en que las tenía encerrada Bernarda. Ninguna de las dos alternativas es algo que yo escogería.

Al ponerme en el lugar de las hermanas, pienso que sí que fue una desgracia para ellas el nacer mujeres y por eso durante la lectura sentí lastima por cada una de ellas y también miedo al preguntarme cómo iba a acabar Adela. Desde este aspecto que he analizado dentro de la perspectiva de Aristóteles, la historia constituye entonces una tragedia. Una tragedia donde las hermanas son merecedoras de lástima por haber nacido mujeres sin opción a cambiar su destino y donde el miedo resulta justificado ya que el desenlace de la menor de las Alba fue el de pagar con su vida el atrevimiento de querer reclamar su libertad.

Bibliografía

García Lorca, Federico. La Casa de Bernarda Alba. Ed. Allen Josephs y Juan Caballero. Madrid: Ediciones Cátedra, 1996.